Cada país tiene su propia música y sus colores, señala el músico israelí Eden Bahar
▲ El ejecutante durante un show de Kooza.Foto Ocesa / Cirque Du Soleil
Juan Ibarra
Periódico La Jornada
Sábado 17 de diciembre de 2022, p. a11
Kooza lleva presentándose en México poco más de dos meses. Desde entonces, más de 100 artistas de la compañía canadiense Cirque du Soleil trabajan y conviven en nuestro país. Uno de ellos es Eden Bahar, un músico israelí que se unió al espectáculo siguiendo una meta que comenzó a perseguir desde muy pequeño.
“La primera vez que me encontré con el Cirque du Soleil, gracias a mi padre, fue cuando tenía ocho años. Me mostró un DVD, recuerdo que era un niño pequeño sentado en la sala, y lo puso, y recuerdo muy bien ese momento. Y luego con los años vi por primera vez Alegría en los Países Bajos, y entonces quedé impactado con lo hermoso que es”, relató el baterista en entrevista.
Bahar siguió los pasos de su padre en el terreno de la música, quien es pianista en Israel, y siguió mejorando sus habilidades. Crecí escuchando música clásica porque mi papá es pianista de ese estilo, y esa es la principal razón. Amo toda la música, no me gusta decir que soy jazzista o clásico, para mí es como ser un pintor que usa todos los colores, me gusta verlo así
, explicó.
Pero Eden también se había puesto como meta algún día formar parte de aquel espectáculo que tanto lo había impresionado de chico. Cuando tenía 23 años, la compañía circense llegó a Israel, y durante esa visita del Cirque du Soleil conoció al baterista de la compañía, a quien Bahar ayudó a impartir una clase magistral en Tel Aviv. Gracias a él, el israelí vio por primera vez el espectáculo en su país, llegando incluso a atestiguar un poco del ambiente tras bambalinas.
Cuatro años más tarde, Eden tuvo la oportunidad de formar parte de la compañía como baterista de Kooza. “Estar con una compañía tan increíble, que crea su propio mundo y sus reglas en el show, para mí se trata de la gente. Todos son muy talentosos, y muy respetuosos, y aman mucho lo que hacen. Ponen el 100 por ciento de su alma en este espectáculo, y eso lo hace muy especial para mí”, describió el músico.
Estar tocando en un espectáculo del Cirque du Soleil implica ciertos cambios y tiene su propia dinámica. Para mí como músico es algo distinto que para los acróbatas, no entrenamos tanto como ellos cada día, pero practico por mi cuenta casi todos los días
, contó Eden.
Las presentaciones también implican otro tipo de interacción con sus compañeros. Siempre estoy pendiente del próximo truco porque la música siempre está siguiendo la acción que ocurre en el escenario. Así que cuando el Diablo, por ejemplo, está en el aire y alguien lo atrapa, cuando lo hacen, tengo que tocar algo cuando aterriza. Tengo que estar concentrado todo el tiempo
, detalló.
Toda la música es en vivo durante el espectáculo, así que si algo pasa en el escenario todos estamos listos para acompañar. A veces tenemos que alargar, acortar; o alguien falla el truco así que lo intenta de nuevo y tenemos que volver a la misma parte
, describió el baterista. Esa dinámica lo mantiene más que entretenido, siempre mantengo un ojo en el escenario, y haciendo eso toco la batería y trato de mantener el ritmo y hacer que la gente baile en sus sillas
.
Además de aprender de las distintas formas de arte con las que convive en la compañía, Eden también ha logrado importantes hallazgos musicales. “Aquí en Kooza somos como 120-130 personas de 25 nacionalidades, así que cuando estamos tras el escenario siempre hay alguien practicando y descubro nueva música. Continuamente que vamos a otra ciudad descubro la música de esta cultura. Aquí en México he encontrado música increíble, y cada que escucho algo que me gusta pregunto y trato de descubrir quién es”, indicó.
Cada país, y cada cultura, tienen su propia música y sus colores; y esa es la belleza de esto, que es muy diverso
, celebró el israelí. Luego de Kooza, Eden tiene planeados algunos proyectos en solitario, como un disco y un libro, sin embargo, de momento está más que cómodo siendo parte del Cirque du Soleil.
Kooza podrá verse hasta el 8 de enero en la Ciudad de México, luego el espectáculo viajará a Houston, Texas.