Ayer, lo más satisfactorio visto en el festival fue el documental mexicano El Eco, cuarto largometraje de Tatiana Huezo y el primero donde se permite una perspectiva más optimista y luminosa, pues se centra en los niños campesinos de la comunidad rural epónima, situada en Puebla. Presente al inicio y final de la proyección, la propia Huezo explicó que El Eco tuvo cuatro años de preparación –se planeó antes de Noche de fuego (2021), su debut en la ficción– y 18 meses de filmación.