No confiaría en mis opiniones sobre los aliens, afirmó Wes Anderson respecto de su nueva cinta
▲ Wes Anderson, a su arribo a la función de su más reciente película en el encuentro de la Costa Azul.Foto Afp
Daniela Creamer
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Jueves 25 de mayo de 2023, p. 4
Una galaxia de estrellas de Hollywood, liderada por Wes Anderson (Houston, 1969), desfiló ayer por la alfombra roja del Palacio del Cine de Cannes. Sus admiradores abarrotaron La Croisette y los balcones a sus alrededores.
Tom Hanks, Adrien Brody, Scarlett Johansson, Edward Norton, Matt Dillon, Bryan Cranston, Jason Schwartzman y una infinidad de actores muy reconocidas del star system, como es usual en el cine de Anderson, deslumbraron a su ingreso a la Sala Lumière, mientras la platea los aguardaba con ovaciones de pie.
Rodado en Chinchón (un pueblo cercano a Madrid) hace dos años, la nueva joya audiovisual de Anderson presenta dos planos narrativos para contar una historia de marcianos en el medio Oeste estadunidense, rodada en territorio español. Arranca con Cranston que relata el origen de un espectáculo teatral puesto en escena por Brody, que luego se convertirá en el filme que veremos, con protagonistas (si de protagonistas se puede hablar con un filme coral y una aparición mínima de cada estrella) como Hanks y Johansson.
Premio para jóvenes
Es la historia de un grupo reunido en una localidad perdida del desierto con motivo de un premio dedicado a jóvenes astrónomos y cadetes espaciales. Parte de la época del asteroide que impactó la Tierra hace 3 mil años antes de Cristo.
El filme vuelve a poner a prueba la maestría de Wes Anderson, su elegancia excéntrica y su refinamiento en dimensión fabulesca, su atención a cada detalle y a los colores, unas veces pasteles, otras luminosos y a los story boards que guían su simetría. Asteroid City es una obra dentro de otra: comienza con la transmisión para televisión de una pieza teatral exitosa, que da el título a la película. El todo se divide en tres actos y un epílogo.
Ambientada en el verano de 1955, la trama se desarrolla en los alrededores de un motel de búngalos, donde coinciden un fotógrafo de guerra, viudo y con cuatro hijos, una famosa estrella de cine, un abuelo al rescate de su familia y otras personas más que se alinean para observar un inmenso cráter causado por un asteroide. En esta velada especial, aterriza frente a todo el pueblo un alien que se roba, en las narices de todos, esa roca tan especial y huye, ocasionando una incuestionable cuarentena.
Alineación hermosa
Johansson inició su intervención describiendo el trabajo que se hizo para la producción y de cómo se sintió sumergirse en la visión, estilo y mente del director, comparándolo con el teatro al tener un espacio tangible, sonoro, usable. El comentario fue apoyado por Maya Hawke, quien interpreta a una maestra de escuela. El proceso y el producto final se alinearon hermosamente en esta película
, afirmó.
Fue un verdadero reto, tener que concentrase y hacerlo. Sentía a Wes Anderson como el director de una orquesta y a nosotros como los ejecutantes de un instrumento en particular y teníamos que hiperconcentrarnos en él, sin saber cómo se iba a ensamblar todo y quien iría primero y después, para que luego él lo fuera ajustando
, señaló Bryan Cranston sobre el proceso del rodaje.
En torno al alien que aterriza en el pueblo y de su creencia en estos eventos, Anderson comentó entre risas: “Bueno, yo no confiaría de ninguna manera en mis opiniones sobre el significado de ese tema. La investigación que se realizó sobre ello fue tan extensa, no era algo que pudieras encontrar fácilmente. Stephen Hawking insiste en que es numéricamente improbable que no haya vida extraterrestre. Realmente no.
“Lo especial es que en esta película confiábamos el uno en el otro y trabajábamos muy de cerca. Hacíamos escenas que no teníamos planeadas para ese día y luego decía: ‘qué tal si hacemos esto, ¡y lo hacíamos!’ Debe ser muy emocionante que haya gente esperando, noche tras noche, a ver lo que has creado”, añadió Wes Anderson. Si no he hecho una obra de teatro es porque tienes que reservar el teatro cuando todavía no has empezado los ensayos, sin la posibilidad de retrasar su estreno si no estás satisfecho con el resultado final. Pero me encanta volver a la mesa de edición y jugar un poco, comprobando que está todo bien. Mi forma de trabajar es más similar a la de los años 30 que a la actual; nunca me cruzó por la cabeza la idea de utilizar un fondo verde, me motiva generar un espacio real. Para esta película, hice un guion gráfico animado en movimiento, donde pude plasmar a todos los personajes
, agregó.
Un nuevo reto
Schwartzman, quien conoce a Anderson desde los 17 años, indicó: Para él, cada película siempre es un reto completamente nuevo y de manera natural toma lo que ya conoce, lo eleva y lo lleva más allá, a un sitio nuevo
.
Para Cranston, es importante seguir avanzando y contando la historia, porque no sabemos exactamente qué va a pasar, cuánto durará nuestra vida, quién estará en ella o cómo se desarrollará todo. Refirió la escena en la que Augie Steenbeck, personaje interpretado por Jason Schwartzman, aparece en blanco y negro saliendo del set muy preocupado planteándole al director que no entendía la obra. Este último le respondió: No hace falta que la entiendas, lo que importa es que sigas contando la historia
.
Cranston señaló que esta escena, la considera clave en la película.
Para concluir, Anderson se refirió a la musicalización de sus películas. A veces he tenido filmes en los que planeamos mucha música. Incluso filmamos alrededor de cierta música y tenemos luego el problema de que quedan ciertos espacios. Esta vez Alexandre Desplat comenzó a interpretar sólo dos notas una y otra y otra vez, luego ahí estaba, la partitura completa de la película. No hay mucha, pero siento que su inspiración le dio esa forma que no tenía antes de que comenzáramos a trabajar en ella
, concluyó el cineasta.