La efeméride suele variar en detalles, pero en general concluye que fue en 1896 cuando se realizó por primera vez un juego de futbol americano en México; la sede fue la ciudad de Xalapa, Veracruz. Compitieron marinos juveniles estadunidenses que habían desembarcado en el puerto jarocho y se movieron por invitación a la capital de la entidad; con ellos, jóvenes mexicanos entraron en el campo, especialmente Raúl Dehesa, que conocía del deporte por su estancia en Estados Unidos. El partido se jugó en terrenos usados como campo recreativo y que se convertirían oficialmente en el primer estadio público del país el 5 de mayo de 1922; a partir de 1925, y ya con gradas, tuvo el nombre oficial de Estadio Xalapeño. El futbol americano se desarrolló y arraigó en el país. Hoy tiene ligas en casi todo el territorio nacional, con millones de seguidores.