▲ En el espectáculo, sonaron piezas como You Will Never Work in Television, Thin Thing y We Don’t Know What Tomorrow Brings. En la imagen, Yorke.Foto Liliana Estrada
Juan José Olivares
Periódico La Jornada
Viernes 23 de junio de 2023, p. a12
Miles de sonrisas de satisfacción dejó en los presentes en el Auditorio Nacional la banda inglesa The Smile, compuesta por los miembros de Radiohead Thom Yorke y Jonny Greenwood, aliados con Tom Skinner, un jazzista que hace rock y viceversa.
Se trata de una banda indescifrable en la modalidad power trio que lo mismo hace un rock iconoclasta, un punk con riffs loopeados, que un funk jazz cadencioso con letras profundas, claro, muy a lo Radiohead.
Thom Yorke, dueño de carisma y una voz de rangos altos que encanta a los mexicanos, trae junto a su siempre cómplice personal y profesional Greenwood un trabuco de grupo que juega, se divierte, vuela y hace volar con su sonoridad sin clasificación.
The Smile va del riff intenso y prolongado al beat que promueve un paseo por paisajes sublimes.
Yorke tomó sus guitarras, una Gibson y una Fender Telecaster, su bajo Fender Mustang y sus juguetes, es decir, sus sintetizadores análogos y digitales Moog Matriarch Analog Synthesizer, Waldorf STVC, así como su piano Rhodes.
Lo mismo hizo el tradicional guitarrista de Radiohead Greenwood, quien en cada pieza intercambiaba las cuerdas delgadas de su lira por las gruesas del bajo. Lo mismo picaba las teclas y pads de sus sintes, entre éstos, un Prophets que genera dulces sonidos, un Tom Oberheim SEM-Pro y sus varios pedales: el Boss TU3 tuner, el Electro-Harmonix Small Stone V4 o el Akai Headrush E2 looper, para crear sonidos interminables, como los que dieron la vuelta a las cuatro esquinas del auditorio.
The Smile propuso un trip experimental encima de una alfombra voladora que vio desde arriba tierras pospunk, progresivas y ruidosas, es decir, las que aman los sonidos de loops.
Una pandemia detonó el surgimiento de este golem sónico llamado The Smile, que hizo su debut en una actuación transmitida por el festival Glastonbury en mayo de 2021. Pero a principios del siguiente año lanzó seis sencillos y se presentó ante una audiencia por primera vez en tres espectáculos en Londres. Poco después salió a la luz su álbum debut, A Light for Attracting Attention, cuyo productor es el mismo de Radiohead, Nigel Godrich, quien también ha ayudado a la banda a sacar dos epés en vivo: The Smile (Live at Montreux Jazz Festival) y Europe: Live Recordings 2022.
La incorporación de Skinner, quien había tocado con grupos de jazz como Sons of Kemet, se dio por el contacto con Greenwood, con el que trabajó la banda sonora de una película. En realidad The Smile surgió con Greenwood que practicaba sus riffs en tiempos de encierro. Quería trabajar con Radiohead pero la falta de disponibilidad del otro guitarrista, Ed O’Brien (ocupado con su álbum debut como solista) y los comentarios del baterista Philip Selway, quien comentó que era saludable
para los miembros explorar diferentes proyectos, lo hicieron convocar al siempre experimentador Thom Yorke, personaje muy querido en México en el ámbito del rock alternativo.
Forma feliz de hacer música
Greenwood afirmó: No teníamos mucho tiempo, pero (The Smile, que en opinión de la banda toma su nombre del título de un poema de Ted Hughes) se siente como una forma feliz de hacer música
.
Y esa proyección de felicidad se apreció a través de su música en el coloso de la avenida Paseo de la Reforma, donde el rock y punk parecieron tan electrónicos, y el jazz tan afrobeat y new wave, que las definiciones en cuanto géneros quedó corta con los miembros The Smile, ejecutantes de alto vuelo.
En el show, sonaron piezas como You Will Never Work in Television, Thin Thing, We Don’t Know What Tomorrow Brings, The Opposite y Speech Bubbles, rolas que emanaron de la ludoteca sonriente de estos ingleses que se acompañaron de la sonoridad jazzística del saxofón de Robert Stillman, quien apareció dos veces en el escenario para dar el toque de glucosa.
Yorke y Greenwood jugaron con sus instrumentos a los que les sacaron el tono y la tinta ideales para colocar el tapete por donde desfilarían melodías surgidas de los encantadores acordes de guitarras eléctricas, una acústica y una muy característica voz chillona y melódica como la de Thom.
Se ecucharon también Like a Smile, Just Eyes and Mouth y una rola nueva, Bending Hectic, el cual viene en un álbum completo que se está trabajando.
The Smile envolvió, acarició e hizo flotar de arriba abajo y al revés sólo con tres hombres que hicieron un rock actual de sonidos que sí se basan en el bajo, la batería y la guitarra, pero que maridan con los indispensables teclados y los pedales para bajo y guitarra que proponen una excursión –que se repitió ayer jueves– por el interior de tres humanos insatisfechos con lo común.