▲ Fotograma de la cinta de David Fincher.Foto cortesía Netflix
N
adie duda del virtuosismo formal del cineasta estadunidense David Fincher. El problema es que, como se vio en su anterior Mank (2020), suele venir empacado en hielo. A las pruebas me remito. Su más reciente realización, El asesino (estrenado ayer en Netflix), es el enésimo thriller sobre un metódico matón a sueldo. Y este aparece cubierto de escarcha.
La acción inicia en París, mientras el asesino (Michael Fassbender) prepara su nuevo crimen y nos informa con voz en off de su metodología, que es prácticamente un manual de conducta para el asesino wannabe, y toda una declaración de nihilismo existencial. Al mismo tiempo practica yoga, come hamburguesas McDonald, prepara sus herramientas de trabajo y se concentra escuchando música (puras canciones viejitas de The Smiths, por Dios). Todo sea por distraer su aburrimiento (mas no el nuestro).
No obstante su meticulosa preparación, el asesino mata a la persona equivocada, error que tendrá sus consecuencias. De regreso en su lujoso hogar de la República Dominicana, descubre que su pareja (Sophie Charlotte) ha sufrido el brutal ataque de un par de agresores. Entonces él decide vengarse de los responsables: su jefe (Charles Parnell), la asistente del jefe (Kerry O’Malley), los dos atacantes (Tilda Swinton y Sala Baker), y el millonario que ordenó todo (Arliss Howard).
El asesino está basada en una novela gráfica francesa, Le tueur, de Matz y Luc Jacamon, pero sus verdaderas raíces galas están en El samurái (1967), del gran Jean-Pierre Melville, el paradigma de las películas sobre solitarios asesinos a sueldo. En ella también el protagonista –un imperturbable Alain Delon– también se volvía contra sus contratadores, haciendo de ello un ritual suicida. Quelle difference! Melville también adoptaba una resolución fría y austera, pero le aportaba una entrañable dimensión mítica a su relato.
En tanto que Fincher no consigue humanizar a su locuaz asesino –Fassbender parece más inhumano que el androide malévolo que interpretaba en Prometeo (2012) y Alien Covenant (2017)–, ni a sus víctimas. Con una excepción. La oficiosa asistente Dolores sabe que va a ser ejecutada y hace lo imposible por aplazar lo inevitable. Gracias a la interpretación de O’Malley, es el único personaje con rasgos sensiblemente humanos. (Me dirán que también Swinton consigue lo mismo. Pero la estimable actriz suele parecer una extraterrestre y esta no es la excepción).
Por alguna razón, en su desigual filmografía, a Fincher le salen mejor las películas sobre asesinos en serie. Seven (1995) y Zodiaco (2007), más los episodios de la serie Mindhunter (2017-2019), han sido historias sobre procedimientos policiacos y, de alguna manera, la acostumbrada frialdad narrativa le han dado una mayor resonancia y credibilidad.
El asesino
(The Killer)
D: David Fincher/ G: Andrew Kevin Walker, basado en la novela gráfica Le tueur, de Alexis Matz Nolent y Luc Jacamon / F. en C: Eric Messerschmidt / M: Trent Reznor, Atticus Ross/ Ed: Kirk Baxter / Con: Michael Fassbender, Tilda Swinton, Charles Parnell, Arliss Howard, Kerry O’Malle y/ P: Archaia Entertainment, Boom! Studios, Panic Pictures, Paramount Pictures, Plan B Entertainment. EU, 2023.
X: @walyder