Aquí te dejamos las cinco películas de Luis Buñuel que fueron incluidas en la lista de las 100 mejores cintas de habla no inglesa de todos los tiempos.
El autor y crítico de cine estadounidense Jonathan Rosenbaum destacó cómo los temas de los sueños y el inconsciente que permean la obra de Buñuel todavía lo hacen vigente en el siglo XXI.
La grandeza del director español se debe tanto a la influencia del pionero del psicoanálisis Sigmund Freud como a la del revolucionario social Carlos Marx.
Es una marca que va desde “Un perro andaluz”, su primera e impactante realización con su colega surrealista Salvador Dalí, pasando por las fantasías sadomasoquistas de “Belle de Jour” y finalizando con “Ese obscuro objeto del deseo”, su última película que se anticipó por décadas al movimiento #MeToo.
Las películas en la lista de las 100 mejores tienen una cualidad que las une a todas, señala Rosenbaum: “Tan surrealistas como puedan ser, están informadas por rebelión política y un agudo sentido de la lucha de clases, ya hayan sido producidas en Francia, México o España”.
Los olvidados (1950)
Esta es una de muchas películas de bajos recursos y con tono de protesta izquierdista que Buñuel realizó en México.
Después de surgir dentro del movimiento surrealista en París, en los 1920, con “Un perro andaluz” y “La edad de oro”, en la que ridiculizó la alta sociedad y la hipocresía religiosa, regresó a España para hacer un corto sobre la extrema pobreza en una aldea montañosa.
Pero su ideología y activismo socialista lo forzaron a abandonar la España franquista y exiliarse en México.
“Los olvidados”, que ocupa el puesto 80 en la lista de las 100 mejores, plasma desde una perspectiva marxista una visión compasiva pero pesimista de la miseria y criminalidad que rodea un grupo de jóvenes en la Ciudad de México.
Llena de potentes imágenes freudianas y surrealistas que expresan los atormentados sueños de los desgraciados personajes, la película también contradice la estereotipada “nobleza” del pobre.
El ángel exterminador (1962)
Durante su fértil período mexicano, Buñuel incursionó en la comedia negra, mientras continuó reflejando el trasfondo de visiones espeluznantes y marcadas distinciones de clase de sus personajes.
Tal es el caso de “El ángel exterminador”, que entró en el puesto 67.
El argumento de la película gira en torno a un grupo de comensales adinerados invitados a una cena pero que, inexplicablemente, se ven incapaces de abandonar la sala de su anfitrión.
Durante los siguientes días, sus fachadas y pretensión social se desmoronan y, a través de cómicas complicaciones, quedan reducidos a vivir como animales.
Viridiana (1961)
Es sin duda la obra maestra de este período y Jonathan Rosenbaum la considera posiblemente “el mayor triunfo de la carrera de Buñuel”.
Fue su primer largometraje de producción española pero lo reunió otra vez con la actriz mexicana Silvia Pinal, que había protagonizado “El ángel exterminador”.
En la historia, Pinal es una novicia que hereda una propiedad de su tío decadente e invita a un grupo de mendigos de la ciudad a compartir sus bienes, con resultados desastrosos.
La película les da igual prominencia a los personajes ricos y pobres, cuyas imágenes católicas y surrealistas quedan resumidas en una navaja automática en la forma de un crucifijo.
“Viridiana”, 48 en el ranking, causó un escándalo después de llevarse el primer premio en el Festival de Cannes y fue prohibida en España.
Pero marcó el regreso triunfal de Buñuel, quien se dedicó primordialmente a largometrajes franceses de los cuales surgieron las siguientes dos entradas en la lista de las 100 mejores.
“Belle de Jour” (1967)
En esta impactante cinta, puesto 75 en la lista, la legendaria actriz francesa Catherine Deneuve interpreta a Serverine, una hermosa mujer casada con un doctor con quien vive una cómoda vida burguesa.
Aunque ama a su esposo, no puede establecer intimidad física con él, así que satisface sus vívidas y pervertidas fantasías eróticas trabajando durante las tardes como prostituta en un burdel.
El filme causó sensación y mucha discusión, particularmente en torno a un misterioso objeto que un cliente chino del burdel guardaba en una cajita y que, se deduce, se utilizaba para placer sexual.
¿Qué había en la caja?, era la pregunta con la que continuamente abordaron a Buñuel durante su vida. En su autobiografía “Mi último suspiro” dio la respuesta: “Cualquier cosa que te puedas imaginar”.
El discreto encanto de la burguesía (1972)
Esta película, que ocupa el lugar 84 en la lista de las 100 mejores de habla no inglesa, también le mereció el Oscar a la mejor película extranjera.
Descrita por el crítico francés Robert Benayoun como “la película más directa y pública” de Buñuel, aborda una vez más los temas de la hipocresía y contradicciones de la burguesía, con escenas de la supuesta vida real entrelazadas con sueños y esos sueños dentro de otros sueños.
El argumento, a primera vista sin pies ni cabeza, trata de seis personajes que constantemente se reúnen para cenar pero nunca lo logran hacer al ser interrumpidos por una serie de eventos inusuales.
Una de las escenas recurrentes y con las que termina el filme tiene a los seis personajes caminando decidida y rápidamente por carretera rural hacia un destino misterioso al cual nunca llegan.
Buñuel, nacido en Aragón, España, en 1900, “pudo haber sido un hijo del siglo XX”, comenta Jonathan Rosenbaum, “pero su obra continúa siendo puntual y relevante en el siglo XXI”.
KJ