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Periódico La Jornada
Lunes 6 de noviembre de 2023, p. 7
Los Ángeles., Willie comienza con las palabras. Es una de las sorprendentes revelaciones del nuevo libro de Willie Nelson, La energía sigue al pensamiento: Las historias detrás de mis canciones, un examen de la leyenda del country de 90 años y miembro del Salón de la Fama del Rocanrol. Son siete décadas de composición.
Si bien su guitarra es prácticamente una extensión de su cuerpo en este momento, siempre ha comenzado el proceso de escritura pensando en palabras en lugar de rasguear acordes. Para él, primero se trata de hacer la parte difícil.
Las melodías son más fáciles de escribir que las palabras
, afirmó Nelson en entrevista a The Associated Press antes del lanzamiento de su libro el martes.
Sin embargo, no escribe esas palabras, ni siquiera en una servilleta.
“Tengo una teoría –señaló– que si no puedes recordarlos, probablemente no fue tan bueno.”
En realidad, Nelson comenzó como una especie de poeta. A los seis años, en la época de la Depresión en Texas, compuso un verso en respuesta a las miradas que recibió cuando se hurgó la nariz y ésta le sangró mientras estaba parado frente a la congregación de su iglesia.
“Mi poema era: ‘¿por qué me miras? No tengo nada que decir, si no te gusta mi aspecto, mira para otro lado’”, recordó 84 años después. Ese fue el comienzo
.
Comenzó a escribir canciones poco después.
Cuando se volvió superestrella a mediados de los años 70, era mejor conocido por sus dinámicas presentaciones en vivo y su estilo vocal y de guitarra.
Sin embargo, cuando era joven en la década de 1950 y principios de la de 1960, era mejor conocido como uno de los compositores en apuros que pasaban sus días y sus noches en el Tootsie’s Orchid Lounge, en Nashville.
En 1961, tres de sus temas fueron éxitos para otros: Funny How Time Slips Away, de Billy Walker; Hello Walls, de Faron Young, y Crazy, de Patsy Cline, una canción que se convertiría en una firma para ella y una bendición financiera como un impulso para su ego.
▲ El músico, el 25 de mayo de 1984.Foto Ap
Crazy lo convenció de seguir
“Este Crazy, en particular, me convenció en un momento en el que no estaba cien por ciento seguro de mi talento para escribir, que estaría loco si dejara de hacerlo”, destaca en el libro.
De la misma manera, continuaría haciendo suyas las canciones de otros escritores. No hizo la mayoría de los grandes éxitos asociados con él, que aparecieron en los años 70 y 80: Blue Eyes Crying in the Rain, Mammas Don’t Let Your Babies Grow Up to Be Cowboys, Always on My Mind.
Casi pareció retirarse de la composición cuando la fama le llegó en la era Outlaw Country, disfrutando de la oportunidad de grabar sus viejos estándares favoritos o las composiciones de escritores jóvenes de moda.
Nunca dejó de componer por completo. El director Sydney Pollack lo instó a escribir una nueva canción para la película de 1980 Honeysuckle Rose, protagonizada por Nelson, en la que el cineasta fue productor ejecutivo. Respondió con On The Road Again.
Sin saberlo ni intentarlo, en unas pocas líneas había escrito la historia de mi vida
, sostiene en el libro.
Sin embargo, las canciones fueron cada vez menos frecuentes.
Ya no escribo tanto como antes
, contó a Ap. Las ideas no surgen tan rápido. Lo hago de vez en cuando
.
De forma reciente creó el tema que da nombre a su libro, Energy Follows Thought, para su álbum de 2022, A Beautiful Time.
En él, Nelson y los coautores David Ritz y Mickey Raphael cuentan breves historias de fondo de 160 canciones diferentes que ha escrito a lo largo de los años.
No fue motivado por ningún gran sentido de reflexión.
Algunos de mis compañeros de negocios pensaron que sería bueno hacerlo
, contó Nelson.
Este año, en el que cumplió 90, estuvo sobrecargado de acontecimientos. Fue agasajado por otras estrellas, entre ellas Neil Young y Snoop Dogg, en una celebración de dos noches en el Hollywood Bowl en el verano.